Manillar de ganchos, comparación de pastillas de freno

Gramo por gramo, pocas piezas se comparan con la enorme diferencia que pueden marcar las pastillas de freno en una bicicleta con manillar de ganchos. Las pastillas se deslizan fácilmente en las pinzas de freno, y el tipo de compuesto que elijas, metálico o de resina, puede transformar completamente la experiencia de conducción.

La elección de la mejor pastilla, ya sea para un control preciso en un pelotón repleto, carreras por etapas de una semana, circuitos de ciclocross embarrados, carreras de gravel de 160 km o rutas en bicicleta con amigos, no tiene que ver con la bicicleta que lleves, sino con tu estilo de conducción. No hay una pastilla correcta o incorrecta, se trata más bien de entender cómo cada compuesto puede ajustarse a una determinada bicicleta.

Las pastillas de freno de resina, también denominadas pastillas orgánicas o semimetálicas, están hechas de una mezcla de fibras unidas por un fuerte adhesivo. Normalmente, las fibras son más blandas que el metal, lo que suele hacer que los frenos sean más silenciosos.

Las pastillas de freno metálicas, en ocasiones denominadas sinterizadas, están hechas de partículas metálicas fusionadas. Estas pastillas son más versátiles y duraderas en una amplia variedad de condiciones y, por estas mismas razones, muchos automóviles y motocicletas también utilizan pastillas metálicas.

La razón principal para optar por pastillas de freno metálicas tiene que ver con las condiciones meteorológicas. Piensa en recorridos de ciclocross embarrados, sesiones de entrenamiento con tormenta o rutas inspiradas en las Clásicas de Primavera. En los climas lluviosos, como el noroeste del Pacífico, las primaveras de Nueva Inglaterra o Bélgica casi en cualquier época del año, las pastillas metálicas resultan adecuadas gracias a su mayor vida útil en condiciones de humedad y suciedad, en comparación con la resina. Las pastillas metálicas durarán más tiempo en estas circunstancias, ahorrando dinero y ampliando los intervalos de mantenimiento. Siempre que necesites hacer un uso intensivo de los frenos en condiciones adversas, considera la posibilidad de utilizar pastillas metálicas, para obtener una mayor durabilidad que te lleve de principio a fin.

El chirrido de los frenos vuelve locos a los ciclistas, y pocos componentes pueden generar más ruido que un juego de pastillas de freno de disco contaminadas. El calor, la humedad, el polvo, el aceite y otros tipos de suciedad de la carretera pueden hacer que las pastillas de freno chirríen. Las pastillas de resina suelen ser más silenciosas y funcionarán con menos ruido en terrenos secos y con polvo. Además de evitar a tus compañeros del pelotón el chirrido de los frenos, unos frenos más silenciosos también ofrecen la ventaja competitiva de ser más sigilosos en una situación de carrera. La capacidad de un sistema de frenos para gestionar el calor también puede repercutir en el nivel de decibelios, y el diseño de las pastillas también puede ayudar a aliviar el ruido y, sobre todo, hacerlo antes.

Las pastillas de freno de metal y de resina difieren ligeramente en la entrega de potencia y la modulación, lo que produce matices en la sensación y las características de control. A este respecto, la elección de pastillas metálicas o de resina se reduce a las preferencias personales.

Las pastillas de freno metálicas tienen una mordida más agresiva, con una sensación de frenado abierto-cerrado definitiva. Las pastillas de resina tienen un tacto más modulado y gradual, lo que es bueno para los pilotos que quieren un control máximo sobre la cantidad de potencia de frenado.

El terreno y el estilo de conducción también pueden desempeñar un papel en la selección del mejor compuesto de pastillas para ti. En los caminos de grava suelta con una tracción inestable, una pastilla de resina puede proporcionar una potencia más medida para mantener el agarre. Los circuitos que tienen puntos de frenado precisos con una tracción predecible, como un recorrido en seco, pueden ser más adecuados para la potencia abierto-cerrado de las pastillas metálicas. Simplemente, recuerda que las condiciones meteorológicas siguen desempeñando un papel esencial en la elección de las pastillas de freno, así que, tenlo en cuenta junto con tus preferencias de modulación.

Cuando se trata de la potencia bruta de frenado y de la gestión del calor, que ayuda a reducir la fatiga de los frenos, las pastillas metálicas son las mejores. Para los ciclistas que pasan la mayor parte de su tiempo conduciendo o compitiendo en montaña, con largos descensos y muchas frenadas, las pastillas metálicas son menos propensas a calentarse o a perder potencia debido a la acumulación de calor.

Además del compuesto, las pastillas de freno Shimano ICE-TECHNOLOGIES cuentan con un diseño patentado de aletas que reduce la acumulación de calor. Disponibles con compuestos de freno metálicos y de resina, estas aletas de freno tienen una construcción de dos capas de aluminio y acero inoxidable. La combinación disipa rápidamente el calor, lo que prolonga los intervalos de mantenimiento y la vida útil de las pastillas, al tiempo que reduce la fatiga y el ruido en la carretera.

Así que, en resumen: las pastillas de freno pueden marcar una gran diferencia en la forma en que se conduce una bicicleta con manillar de ganchos. La elección entre compuestos de metal o de resina es una buena manera de afinar los frenos para las condiciones en tiempo real. Las diferentes pastillas de freno pueden ayudar a abrir las posibilidades de nuevas líneas de competición, un mejor control de la velocidad y un disfrute general en el pelotón, en un circuito de ciclocross o simplemente al salir a disfrutar de interminables kilómetros de grava crujiente. Recuerda que las pastillas nuevas requieren un periodo de rodaje para garantizar un rendimiento óptimo y seguro, así que asegúrate de ajustar esas pastillas nuevas siguiendo el protocolo del siguiente vídeo.