Volver Descubra más de Shimano

Subir el Cauberg, el Muur van Huy y el Muur-Kapelmuur en un día hace que el corazón del ciclista lata más rápido. Y añadir a eso un día con el Koppenberg, el Kemmelberg, el Carrefour de l'Abre y algunas joyas ocultas nos dará la receta perfecta para la Superclásica. Un homenaje a las clásicas de primavera en carreteras conocidas y menos conocidas. Es una idea de Nas-Raddine Touhami, con el apoyo de SHIMANO. En la versión 2.0 de la Superclásica consiguió combinar aún más clásicas, más subidas y más tramos adoquinados en un todo inspirador.

Versión 2.0

El año pasado, corrimos la Superclásica en condiciones horribles. Durante esta heroica primera edición, la lluvia y los fuertes vientos en contra hicieron que los 335 kilómetros parecieran 500. Algo que no tenía ganas de repetir. Aunque para mí la Superclásica no tiene que ver con la mayor distancia, la máxima elevación o el tiempo más rápido, sino con la experiencia y el descubrimiento, mezclados con una buena dosis de sufrimiento. Por eso he ampliado la ruta a dos días. También porque en la primera versión faltaban dos monumentos: el Muur de Geraardsbergen y el Kemmelberg.

La anticipación está en marcha

Con esto en mente, comencé a construir la ruta en Komoot. Qué actividad tan maravillosa. Las experiencias, los puntos destacados, la vista de la calle y, sobre todo, la lectura de mapas son los ingredientes básicos. Como al pintar, siempre tendrás que repasar tu ruta varias veces. Añadiendo mejora tras mejora para crear finalmente tu obra maestra.

El concepto es simple. Quiero conectar las carreteras y subidas de las clásicas de primavera más importantes con las carreteras secundarias más bonitas que pueda encontrar. El día 1 consta de la Amstel Gold Race, la Lieja-Bastogne-Lieja, la Flecha Valona, la Flecha Branbanzona y el Omloop het Nieuwsblad. Terminaremos con el Muur-Kapelmuur tras 245 kilómetros y unos 3000 metros de desnivel.

Lo mejor de "Flandes" definirá el inicio de la segunda jornada. Nombres flamencos como el Haaghoek, Eikenberg, Koppenberg, Taaienberg, Paterberg y Oude Kwaremont serán las primeras pruebas. Luego está el largo camino hacia Ypres que nos llevará por la zona de la parte final del E3 Prijs. Sin embargo, aquí evito a toda costa las carreteras más grandes y anchas. En su lugar, busco caminos serpenteantes a través de los campos de Flandes. Ypres se estrena como salida de la Gante-Wevelgem en esta edición. Una carrera con todo el encanto de un monumento. ¿Quién no recuerda la tormentosa edición ganada por Luca Paolini, en la que los corredores fueron arrastrados a las cunetas junto a la carretera? Esta región es hermosa para el ciclismo, pero tiene un oscuro pasado como uno de los campos de batalla más sangrientos de la Primera Guerra Mundial. Por ello, la Puerta de Menin en Ypres, los monumentos y los cementerios militares son también partes esenciales de la ruta.

Al igual que el año pasado, la París-Roubaix será la apoteosis, ya que el Infierno del Norte está considerado como la madre de todas las clásicas. Cruzaremos desde Westhoek por estrechas carreteras y calles secundarias, pero también atravesaremos directamente Lille. Contrastes como estos hacen que una ruta sea más bella e interesante. La llegada se encuentra, por supuesto, en el mítico Velódromo de Roubaix. No puedo imaginar un lugar mejor para terminar "la clásica que está por encima de todas".

La moral es alta

A diferencia de la pasada edición, esta vez los adoquines del Mercado de Maastricht se tiñen de amarillo dorado por el sol de la mañana. En la salida de este año están Ward Grootjans, Ralph Hoffman, Erwin Sikkens y Yorit Kluitman. La moral es alta cuando salimos a las 07:15 hacia el Cauberg: el famoso final de la Amstel Gold Race. Para ser honesto, los residentes como yo rara vez lo suben. De hecho, mi última vez fue durante la anterior Superclásica. Pero, siempre es espectacular. Después de esta primera "clásica", atravesamos las onduladas colinas bordeadas de hermosas flores. No hay nada mejor que esto; qué contraste en comparación con la edición anterior. Por carreteras secundarias tranquilas y accidentadas seguimos el Mosa hacia Lieja, donde no hay que perderse la Côte de Sarolay y, a las afueras de Lieja, nos espera la hermosa y empinada subida empedrada al Fort de la Chartreuse. Menos conocido, pero una verdadera joya histórica.

Cohete de tres etapas

En dirección a la Côte d'Embourg cruzamos la carretera hacia el final de Lieja-Bastogne-Lieja. La Roche aux Faucons es un cohete de tres etapas que supondrá todo un desafío. No importa lo lento que subas, siempre sufrirás. Especialmente la parte final, que resulta ser mucho más empinada de lo que parece en la televisión. Por carreteras onduladas cruzamos el magnífico Condroz. Este año ignoraremos el valle del Mosa, abordando más metros de altitud, pero las vistas y los encantadores pueblos de las Ardenas merecen la pena. Seguimos sumando kilómetros y ya aparece la salida del Chemin des Chapelles... ¡el primer Muro nos espera!

El Muro

Desde 1985, el Muro de Huy es el final de la Flecha Valona. La carrera en la que pesos ligeros explosivos como Valverde se distinguen en el famosa curva Claude Criquielion. Los porcentajes son tan impresionantes como aterradores también para nosotros. Así que optamos por un ritmo constante en lugar de ir a todo gas, porque ese otro Muro nos sigue esperando hoy. Tras una merecida parada para tomar algo en la cafetería ciclista local, dejamos atrás las Ardenas y sus clásicos. Los bosques dan paso a campos ondulados hasta donde alcanza la vista. No hay un solo metro de las pequeñas carreteras que sea plano o recto cuando llegamos a los primeros adoquines. Pasamos por el monumento de Waterloo y se suceden los tramos de adoquines y grava. La mayoría de los "secteurs" están en mal estado, y esto es solo una muestra de lo que vendrá mañana. Mientras tanto, también seguimos el épico final de la verdadera carrera París-Roubaix que se disputa hoy. Entre los jacintos en flor del bosque de Hallerbos vemos a Dylan van Baarle ganar su primer monumento. Su final anuncia el comienzo de nuestra propia gran final.

El Muur de Flandes

Después de casi 250 kilómetros entramos en Geraardsbergen y el Muur nos llama a la derecha, es quizás la subida más famosa y temida de Flandes. En este punto el esfuerzo es máximo, pero en la cima podemos disfrutar de las vistas y nos sentimos un poco como si acabáramos de ganar una clásica. Pasamos la noche con estilo en el hotel Flandrien. Propiedad de verdaderos entusiastas del ciclismo, es un alojamiento único en la región. Con numerosas bicicletas de carreras clásicas, incluidas las antecesoras de las nuestras, este hotel rezuma amor por la competición. Disfrutamos de una merecida cerveza y una cena, por fin hay tiempo para relajarse.

Sin tiempo para entrar en calor / Día 2:

Después de un buen desayuno, volvemos a la carretera. No hay mucho tiempo para despertar ni calentar las piernas. El Valkenberg es el inicio de nuestro capítulo del Tour de Flandes. Uno tras otro, los tramos de adoquines o subidas golpean nuestras ruedas, ¡es sublime! Aquí, el dolor y el placer están muy cerca el uno del otro. En el Taaienberg subimos una marcha, no tan impresionante como lo de Tom Boonen en su día, pero ahí queda. Después del Berg ten Houte llegamos al Paterberg y al Oude Kwaremont. Tras rodear estos picos, continuamos con algunos los adoquines de Varentstraat hacia el Tiegemberg.

Nuestro entorno cambia a medida que las colinas dan paso a las llanuras. Durante 40 kilómetros, nos movemos por el gran anillo y pasamos por la Puerta de Menin en Ypres. Este impresionante edificio que conmemora a 55.000 desaparecidos de la Primera Guerra Mundial es la salida de la Gante-Wevelgem desde 2020 y marca el ecuador de este día para nosotros. Con 100 kilómetros por delante, el Scherpenbergweg anuncia el final de la parte belga de nuestro recorrido. Las hermosas vistas nos hacen olvidar el dolor de las piernas por unos momentos. Las empinadas subidas de Schomminkelstraat y Baneberg son el calentamiento para el "famoso" Kemmelberg. La subida recuerda a la de Eyserbosweg en Zuid Limburg: incómodamente pronunciada. Pero, una vez en los adoquines, el sufrimiento empieza de verdad y el stoempen es nuestra única manera de progresar.

Plugstreets

El nombre de Plugstreets procede de la "traducción" británica durante la Primera Guerra Mundial del pueblo de Ploegsteert, lugar de nacimiento del difunto Frank Vandenbroucke. En 2019 se incluyeron tres tramos de estas carreteras de "grava" en el renovado recorrido de la Gante-Wevelgem. En realidad no son tan difíciles de recorrer y la ubicación rural es la principal razón para la inclusión de algunos de ellos. El sol se pone lentamente cuando, por fin, aparece Francia. Enderezamos la espalda una vez más y movemos las cadenas hacia la derecha. Atravesamos la ciudad de Lille en poco tiempo.

La batalla final

En Templeuve, aparece nuestro primer tramo empedrado de Roubaix real, llamado L'Epinette, al que le sigue rápidamente Moulin-de-Vertrain. El polvo de la carrera del día anterior parece seguir en el aire, al igual que la tensión. La meta está al alcance de la mano y la euforia nos impulsa sobre los adoquines. Bourghelles, Wannehain, Camphin-en-Pévéle, los nombres de los "secteurs" suenan a poesía... pero duelen mucho. Hay que superarlo uno mismo para experimentar lo duro que es realmente, tratar de encontrar y mantener la línea. Citando a Ward (después de un segundo pinchazo): "Esto tiene poco o nada que ver con el ciclismo". En el famoso Carrefour de l'Arbre, intentamos ignorar el dolor por última vez. Nuestros traseros y nuestras manos están molidos. Las estrechas franjas de tierra al lado de los adoquines ofrecen cierto consuelo. Atravesamos a toda velocidad Gruson y Hem y finalmente entramos en Roubaix con la última luz del día. Superamos una última sección de adoquines en el Espace Charles Crupelandt y, finalmente, nos dirigimos al Vélodrome, para dar algunas vueltas de honor bien merecidas. ¡Qué experiencia tan fantástica la Superclásica en su segunda edición! Para mí, dos días con este grupo es la fórmula mágica para experimentar de forma óptima lo mejor de las carreras de primavera y toda la belleza que hay entre ellas. Mi amor por las clásicas no ha hecho más que crecer y ya estoy deseando que llegue la próxima edición.

Los detalles:

Equipo: 

2022 Trek Emonda SLR con Dura-Ace 9200 y juego de ruedas Dura-Ace C50

Estadísticas: 

Día1: 245 km y 3000 m de desnivel
Día 2: 237 km y 1860 m de desnivel
38 secciones de adoquines
6 carreteras de grava

Komoot y Strava

Komoot:
Día 1
Día 2

Strava:
Día 1
Día 2

La Superclásica 2.0 es una idea de Nas-Raddine Touhami y se realiza con el apoyo de Shimano Europe. 

Fotografía: Robbrecht Desmet y Yorit Kluitman
Videografía: Erwin Sikkens, Studio YK (Yorit Kluitman y Cyril Chermin)
Edición:
Niels Groenendijk

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