Hace unos años realicé una subida llamada Valle Nevado que, desde la cima, está a solo 50 km del centro de Santiago, la capital de Chile. Me quedé allí, en la cima, pensando que todo el mundo en esta tierra debería hacer esta subida. ¡Es mágica! Esta escalada dio comienzo a Epic Cols, una misión para descubrir subidas ocultas y desconocidas para la gran comunidad ciclista. Ahora estoy aquí, con el sol poniéndose, mientra pienso para mí, me pregunto ¿cuántas más hay como Valle Nevado? Bellezas ocultas, donde no sales de tu asombro y puedes haber visto solamente dos cabras en todo el día. Ese pensamiento me llega muy dentro y me produce escalofríos.
Volvamos al presente... el avión aterriza en Málaga, en el sur de España. Cuando salí del avión, el calor era sofocante. Es julio, y España ha sufrido una ola de calor. Esta es mi tercera vez en España, y en mi anterior visita pasé mucho tiempo investigando para conocer escaladas famosas en España, pero La Pandera no apareció. Fue el recorrido de La Vuelta el que puso esta subida en el mapa para mí y, si la buscas en Google, a diferencia de la mayoría de las escaladas, no hay una página en la Wikipedia. Los detalles son escasos. ¡Perfecto!
A poco más de 100 km de Granada y a unos 25 km de Jaén (la capital de la provincia), la zona tiene preciosas ondulaciones, pero la subida conocida más cercana (Pico Veleta) está a más de 130 km. Me pregunto si la proximidad a otras cumbres afecta a la popularidad de una subida. El año pasado conocí el Alto de Velefique, que también estaba aislado, y era difícil de combinar con otras subidas o para organizar un viaje.
Ascenso a La Pandera
En Valdepeñas de Jaén, me pasé directamente la salida la primera vez. Volví y pasé unos 15 minutos intentando averiguar dónde estaba exactamente la salida. Las señales sugieren que se trata de una carretera cerrada/privada, pero si la buscas, verás una pequeña señal para bicicletas (de unos 10 cm cuadrados). Aquí ya pude decir que era la escalada que buscaba.
En unos cientos de metros alcanza el 15 %, pero como en el resto de la subida, las pendientes son siempre cambiantes. Cuando pasas por una gran cantera, se reduce a un 5 %. Después de unos cuantos km de serpentear por curvas amplias y abiertas, empiezas a notar un cambio en el paisaje. Los arbustos verdes y los árboles españoles empiezan a desaparecer y se vuelve más rocoso. Allí pude ver por primera vez la torre de radio, en lo alto, y una señal que decía 15 % durante 1,8 km, lo que me hizo recordar instantáneamente al Altu l'Angliru, donde hay desniveles sostenidos que te castigan.
A medida que la pendiente se hacía más pronunciada, mi cadencia disminuía, pero no de forma demasiado notable. Gracias al nuevo grupo DURA-ACE 9200 de 12 velocidades de SHIMANO con platos de 52/36 y 11-32 en la parte trasera. Es la combinación perfecta para mi Wilier Filante SLR. El amplio rango de marchas hace que, independientemente del recorrido, no tengas la sensación de sentirte limitado. Preparo la bicicleta y me pongo en marcha. Excelente.
Según gano altura, las vistas van mejorando. Con cada curva, el recorrido se hace más dramático y épico. Enormes curvas, que convierten la carretera en una letra S tallada en la montaña, hasta el punto en que la vista por delante se oscurece. Entonces la pendiente se suaviza, la velocidad aumenta y te sientes ansioso por tomar la siguiente curva. Solo quedan un par de kilómetros. Esto es muy divertido, aunque no fácil.
Aquí es donde la cosa se pone un poco confusa. Hay una falsa cumbre junto al primer conjunto de mástiles de radio. ¿Será esta la cima de la etapa 14 de la Vuelta a España de este año? Tiene sentido que la carrera se detenga ahí, pero espero que continúe, como lo hice yo.
La verdadera cumbre
Antes de llegar a la cima y a la base militar abandonada, hay que superar un descenso del 15 % previo al ataque final. ¡Lleva esa velocidad y dalo todo! (Espero que el final de la etapa se vea un grupo de ciclistas destrozándose en este tramo). Si tienes piernas, puedes incluso seguir rodeando la base militar y llegar hasta la misma base de la torre de telecomunicaciones. Supera hasta el último metro vertical de esta fantástica subida y luego disfruta de unas vistas de casi 360 grados.
¿Es este el Altu de l’Angliru del sur? Tengo que decir que lo disfruté más que l'Angliru, pero nada puede compararse con ese monstruo. La aproximación al inicio de la subida oficial no es tan dura, y la subida en sí tampoco lo es. Sin embargo, esta subida es igual de especial. Durante todo el tiempo que estuve pedaleando, solamente vi una cabra solitaria. La escalada en sí parecía una combinación de l'Angliru y el Ventoux. Había conseguido llegar con el tiempo justo para disfrutar de un cielo bíblicamente dorado mientras me sentaba allí envuelto en el calor español con una enorme sonrisa en la cara.
Estadística y mapa
Longitud: 8,5 km
Altitud: 647 m
Pendiente:8,5 % de media, 16,2 % Máx
Mapa: Ridewithgps